Obama se plantea una estrategia más agresiva en Ucrania

Si Estados Unidos cambia su estrategia confirma el fracaso del plan A: sanciones a Rusia y reuniones entre las dos partes de Ucrania. Optar por fortalecer a Kiev, su aliado, podría generar una respuesta que agudice el conflicto antes de atenuarlo.

Entrevista de Obama con la CNN donde admitió haber "negociado un acuerdo para la transición del poder" en Ucrania durante la destitución de Yanukóvich.

Entrevista de Obama con la CNN donde admitió haber «negociado un acuerdo para la transición del poder» en Ucrania durante la destitución de Yanukóvich.

Panorama por Franco Roselló – @franco_rosello

El diario New York Times reveló en su última edición que en el seno del Gobierno estadounidense se está evaluando el envío de «asistencia letal» a las fuerzas del Gobierno ucraniano. La propuesta, según afirma el medio, nació del comandante militar de las fuerzas de la OTAN, el General Philip Breedlove; y al Presidente Obama no le sonó tan mal como para descartarla de cuajo. La nota también asegura que dentro de su equipo habría un importante apoyo al envío de armas y equipamiento para enfrentar a los separatistas del Donbas: el Secretario de Estado John Kerry y el Secretario de Defensa Chuck Hagel ya tienen tomada su decisión. Incluso la consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, anteriormente opositora a estas acciones, estaría reevaluando su posición.

En caso de que esta nueva propuesta tome fuerza, Obama deberá contar con el aval de su aliado en la lucha, la Unión Europea. Es justamente este grupo quien, en estos últimos días, extendió las sanciones a Rusia durante seis meses más acusando al Gobierno de Putín de apoyar a las fuerzas de Donetsk y Lugansk.

La U.E. también estaría presionando para que se reanuden las reuniones entre el Gobierno de Kiev y los separatistas. El último día de enero ambos bandos abandonaron la mesa de negociaciones en Minsk acusándose mutuamente de no tener un verdadero interés en solucionar el problema sin balas de por medio. Rápidamente, el primer día de febrero, ya se volvieron a contar los muertos por decenas en los combates por el Este.

Washington estaría contemplando con preocupación que los militantes del Donbas ya controlan el aeropuerto de Donetsk, y que ahora la lucha se desplaza hacia Debaltseve, una ciudad situada entre los dos principales bastiones de los opositores. El Gobierno de Obama siente que no tuvo éxito con el envío de material «no letal», la ayuda económica y las sanciones a Rusia en conjunto con la U.E. A pesar de que el país de Putín atraviesa una importante crisis económica, producto de estas intervenciones financieras y comerciales, la mesa de Minsk está suspendida y los conflictos en la vecina Ucrania se acentúan.

EE.UU. y Europa siguen convencidos de que Rusia es parte activa en el conflicto, enviando fuerzas y ayudando a los rebeldes (aunque el Gobierno ruso lo niegue), pero sus medidas todavía no lograron que estos grupos retrocedan ante las milicias de Kiev, más bien sucede lo contrario. Es por eso que la medida de militarizar aún más el conflicto parece un recurso desesperado de Estados Unidos para estabilizar definitivamente al Gobierno ucraniano.

Quizá de esta manera logre un objetivo crucial: rodear a Rusia de enemigos fuertemente armados. La entrada de Kiev a la Unión Europea es casi un hecho, y el ingreso a la OTAN también está en trámite luego del abandono del estatus como país no alineado. Pero involucrarse tan directamente en una guerra cercana a las fronteras con Rusia podría generar una respuesta que acentúe el ánimo de guerra llevándola a un nivel superior. Este es el motivo que hace dudar a Obama.

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