Obama se plantea una estrategia más agresiva en Ucrania

Si Estados Unidos cambia su estrategia confirma el fracaso del plan A: sanciones a Rusia y reuniones entre las dos partes de Ucrania. Optar por fortalecer a Kiev, su aliado, podría generar una respuesta que agudice el conflicto antes de atenuarlo.

Entrevista de Obama con la CNN donde admitió haber "negociado un acuerdo para la transición del poder" en Ucrania durante la destitución de Yanukóvich.

Entrevista de Obama con la CNN donde admitió haber «negociado un acuerdo para la transición del poder» en Ucrania durante la destitución de Yanukóvich.

Panorama por Franco Roselló – @franco_rosello

El diario New York Times reveló en su última edición que en el seno del Gobierno estadounidense se está evaluando el envío de «asistencia letal» a las fuerzas del Gobierno ucraniano. La propuesta, según afirma el medio, nació del comandante militar de las fuerzas de la OTAN, el General Philip Breedlove; y al Presidente Obama no le sonó tan mal como para descartarla de cuajo. La nota también asegura que dentro de su equipo habría un importante apoyo al envío de armas y equipamiento para enfrentar a los separatistas del Donbas: el Secretario de Estado John Kerry y el Secretario de Defensa Chuck Hagel ya tienen tomada su decisión. Incluso la consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice, anteriormente opositora a estas acciones, estaría reevaluando su posición.

En caso de que esta nueva propuesta tome fuerza, Obama deberá contar con el aval de su aliado en la lucha, la Unión Europea. Es justamente este grupo quien, en estos últimos días, extendió las sanciones a Rusia durante seis meses más acusando al Gobierno de Putín de apoyar a las fuerzas de Donetsk y Lugansk.

La U.E. también estaría presionando para que se reanuden las reuniones entre el Gobierno de Kiev y los separatistas. El último día de enero ambos bandos abandonaron la mesa de negociaciones en Minsk acusándose mutuamente de no tener un verdadero interés en solucionar el problema sin balas de por medio. Rápidamente, el primer día de febrero, ya se volvieron a contar los muertos por decenas en los combates por el Este.

Washington estaría contemplando con preocupación que los militantes del Donbas ya controlan el aeropuerto de Donetsk, y que ahora la lucha se desplaza hacia Debaltseve, una ciudad situada entre los dos principales bastiones de los opositores. El Gobierno de Obama siente que no tuvo éxito con el envío de material «no letal», la ayuda económica y las sanciones a Rusia en conjunto con la U.E. A pesar de que el país de Putín atraviesa una importante crisis económica, producto de estas intervenciones financieras y comerciales, la mesa de Minsk está suspendida y los conflictos en la vecina Ucrania se acentúan.

EE.UU. y Europa siguen convencidos de que Rusia es parte activa en el conflicto, enviando fuerzas y ayudando a los rebeldes (aunque el Gobierno ruso lo niegue), pero sus medidas todavía no lograron que estos grupos retrocedan ante las milicias de Kiev, más bien sucede lo contrario. Es por eso que la medida de militarizar aún más el conflicto parece un recurso desesperado de Estados Unidos para estabilizar definitivamente al Gobierno ucraniano.

Quizá de esta manera logre un objetivo crucial: rodear a Rusia de enemigos fuertemente armados. La entrada de Kiev a la Unión Europea es casi un hecho, y el ingreso a la OTAN también está en trámite luego del abandono del estatus como país no alineado. Pero involucrarse tan directamente en una guerra cercana a las fronteras con Rusia podría generar una respuesta que acentúe el ánimo de guerra llevándola a un nivel superior. Este es el motivo que hace dudar a Obama.

El fin de la esperanza demócrata

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El 4 de noviembre se define el destino de los próximos dos años de la gestión Obama al frente de la Casa Blanca. La posible pérdida del Senado en manos republicanas dejaría al Ejecutivo estadounidense sin iniciativa y en un virtual vacío de poder hasta que en 2016 se vuelva a votar presidente

Por Arístides Hegoburu (@pungol_)

A una semana de las elecciones de medio término, en la política estadounidense hay una cosa casi segura: el Partido Demócrata va a sufrir una merma en sus escaños de las dos cámaras y hasta tal vez pierda el Senado en manos de sus rivales conservadores del Partido Republicano. La gestión de Barack Obama al frente de la Casa Blanca no logró el reconocimiento de los ciudadanos en materia de política exterior e interior y ahora se enfrenta a un final de mandato en el que parece que estará sin poder de acción.

La gestión Obama no podría estar peor posicionada para estas elecciones. En el frente externo, se enfrenta al accionar de los milicianos del Estado Islámico (EI) que avanzan por Medio Oriente mientras arrasan el territorio sirio e iraquí. Por una parte, los EEUU abandonaron Irak en 2011 en cumplimiento de una promesa de campaña de llevar de vuelta las tropas a casa y dejó atrás un país desangrado por las luchas sectarias que estimularon el crecimiento de grupos islamistas sunníes radicalizados. En Siria financió a los grupos opositores a Bashir al-Assad que no lograron derrocarlo y que ahora se unen a las filas islamistas.

Obama tampoco puede lidiar con la crisis del ébola; la inmanejable situación en Ucrania que propició directamente en manos de su secretaria adjunta de Asuntos Europeos, Victoria Nuland; y el rebrote del enfrentamiento con Rusia y China que por ahora es una reedición de lo que fue la Guerra Fría con un final todavía incierto.

En el plano interno, el Partido Demócrata se enfrenta a los efectos de la recesión económica que desde 2008 afecta a la economía norteamericana. Luego de un tibio crecimiento, los efectos aún no son sensibles en la mayoría de la población que sigue esperando una respuesta más contundente del gobierno en la creación de empleos y menos beneficios para las clases altas que nunca sintieron la crisis.

Por su parte, la minoría hispana (bastión demócrata por excelencia) se encuentra desilusionada por la falta de la aprobación de una reforma migratoria que detenga de una vez las deportaciones masivas. Empantanado en una Cámara de Representantes republicana, Barack Obama se ve imposibilitado de pasar la ley a la vez que no detiene la devolución de hispanoamericanos a sus países de orígen. También se enfrenta al fracaso de su reforma sanitaria que logró ser aprobada pero con muchos matices y bastante alejada de la original que tenía la simpatía del electorado demócrata.

El panorama no es fácil para Obama. Los 21 escaños en el Senado que se juegan los demócratas compiten con 15 de los que vencen su mandato de los republicanos y vienen de la misma elección en 2008 en que Obama fue elegido por primera vez como Presidente. Con un Tea Party (rama radical republicana) en retroceso, el Partido Republicano aspira a convencer al electorado de que son una alternativa a esta gestión en la Casa Blanca a la que culpan por la pérdida de grandeza y de hegemonía
en el mundo.

Con enemigos adentro y fuera del partido, Obama es testigo de la disolución de la gran «esperanza» que representó en 2008 como alternativa a la política norteamericana tradicional. Ya sin la Cámara de Representantes, la pérdida del Senado puede llegar a ser el fin de su capacidad de maniobra y el comienzo de un gobierno en piloto automático hasta las presidenciales de 2016.

Con el eje en el terrorismo

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Por Florencia Aubain- @flor_aubain

Aunque la agenda oficial a tratar se estructuraba en torno a tres asuntos que preocupan a la comunidad internacional, como el terrorismo, el cambio climático y la lucha contra la proliferación del Ebola, bien se puede afirmar que las declaraciones en torno a la guerra contra el Estado Islámico tuvieron más repercusión en los medios mundiales, relegando a un segundo plano las otras dos temáticas.  

Estados Unidos fija la agenda, y en este sentido, las declaraciones que importan son las que benefician la expedición occidental en Medio Oriente otra vez. Sin embargo, las repercusiones en torno de las declaraciones de la Presidente Cristina Fernández de Kirchner no han pasado desapercibidas.  Párrafo aparte merece la encendida retórica de la mandataria en el foro internacional.

Estados Unidos necesitaba demostrar que esta no es otra incursión intervencionista como las de Afganistán, Irak o Libia, por ellos necesita el respaldo de las naciones árabes del Golfo Pérsico. La estrategia busca disuadir a la opinión pública en general y a los aliados europeos en particular, que han convenido la participación en las maniobras para desarticular al Estado Islámico pero han restringido su participación a las posiciones que ocupan los jihadistas en Irak.

En declaraciones hechas el pasado miércoles en la Asamblea General de la ONU, realizada entre el 24 y el 30 del corriente en la Ciudad de New York, Obama resaltó  que la solución definitiva a la guerra civil en Siria debe ser “política”, ya que “debe incluir las legítimas aspiraciones de todos los ciudadanos». De esta manera puso en pie de igualdad la violencia generada por el EI y el régimen de Bashar Al- Assad, destacando la ayuda facilitada, en materia de equipamiento y entrenamiento a la oposición siria, difícil de identificar en medio de los conflictos que se desarrollan actualmente en Siria.

La situación de Estados Unidos en Siria es, por lo menos, incómoda. La administración de Obama se ha negado repetidas veces a articular los ataques con el régimen Sirio de Bashar Al-Assad. A EEUU le es fácil irrumpir en este territorio dando apenas un aviso a las autoridades del gobierno, como sucedió el lunes por la madrugada, cuando se registraron los primeros bombardeos. Sin embargo, necesita de la legitimidad que le provee la presencia de aliados musulmanes en esta operación.   A pesar de las sospechas que sobrevuelan sobre los reinos que conforman la coalición, que acusan de colaboracionismo en diversos grados con los jihadistas del EI.  EEUU está contribuyendo a destruir al enemigo interno más poderoso que enfrenta el régimen de Al- Assad, lo que incomoda. ¿Cómo hará Obama para denigrar y destruir al EI sin beneficiar al gobierno de Damasco? en una primera instancia, cuando se especuló con una alianza superadora de las diferencias entre ambos jefes de estado, la opción fue deliberadamente descartada por la Casa Blanca hace semanas.

Por su parte, el discurso de Cristina Kirchner en el Consejo de seguridad como miembro no-permanente criticó el poder de veto de los miembros permanentes del Consejo y apuntó contra el plan impulsado por EEUU para derrotar al EI. Señaló que hay que revisar el “método” con el que se busca combatir el terrorismo, y en la necesidad de dejar de “alimentar al monstruo”.

Estados Unidos bombardea Siria

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por @flor_aubain

El Pentágono confirmó los primeros ataques contra las posiciones del Estado Islámico en Siria, con el apoyo de cinco naciones árabes. Las maniobras aéreas alcanzaron sitios de almacenamiento y centros de entrenamiento de los jihadistas cercanos a la Ciudad de Raqqa. El contraalmirante John Kirby confirmó el uso de aviones caza, bombarderos y misiles Tomahawk.

Lo que hace una semana era un enigma se reveló hace algunas horas con los primeros ataques aéreos de EEUU en territorio Sirio. La «Conferencia por la Paz y la Seguridad en Irak» realizada en París había concluido con la indeterminación de las operaciones a seguir contra el Estado Islámico en Siria. Pero eso ya es pasado.  El Pentágono confirmó los primeras maniobras sobre las posiciones del Estado Islámico en Siria. Resta por responder otra serie de cuestiones.

En primer término, la legitimidad de EEUU y sus socios para atacar este territorio, cuando siquiera el Gobierno de Damasco fue participado de las reuniones que derivaron en la conformación de una alianza internacional. Una “alianza”, lo que supone que EEUU no actúa sólo. Lo que supone que hay más que un responsable por las acciones militares que se desplieguen en territorio Sirio. Las que pudieran afectar tanto a los jihadistas del EI, del Frente Al Nusra (fracción de Al-Qaeda) como a civiles inocentes. Emiratos Arabes, Jordania, Qatar, Arabia Saudita y Barehin participaron esta madrugada de la primera intervención  norteamericana en Siria, profundizando los ataques iniciados el pasado 8 de agosto contra el grupo jihadista en Irak.

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Aquí  surge otra cuestión incómoda para la alianza contra el Estado Islámico: la violación de la soberanía de un Estado. El despliegue de una estrategia militar, aún así basada en ataques aéreos, requiere el respeto de aspectos formales, aún siendo meramente protocolares. Según se pronunció la cancillería Rusa en las últimas horas, una notificación formal unilateral de EEUU al gobierno de Damasco no es suficiente. El protocolo internacional requeriría el tratamiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, como se procedió en el pasado reciente en Libia.

A pesar de que la Casa Blanca no se pronunció sobre los ataques de última hora, Barack Obama participará hoy de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde se espera que de detalles su plan para abatir al EI.

La silenciosa omisión de la “Cuestión Siria” ya no se puede evadir.  Si el objetivo es derrotar al EI, es inevitable irrumpir en territorio sirio.  Era cuestión de tiempo para que la administración de Obama retomara la cuestión siria, después de las fuertes acusaciones hacia Bashar Al- Assad y el cruce por las armas químicas que el año pasado tuvo sus puntos críticos con la mediación de Rusia en el conflicto.

Esta vez, la administración norteamericana busca legitimar su intervención articulando una alianza más amplia de naciones árabes que participaron en el primer día de maniobras aéreas. Sin Embargo, una alianza con Teherán, con fuerte potencial estratégico en la región, sigue siendo más absurda conforme se formalizan los planes de EEUU.

Las consecuencias de la Guerra Preventiva en Irak

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Maximilian Dörrbecker (Chumwa), work by ilyacadiz

En Irak, ya no existe una visión nacional –reconoce Falah Mustafa Bakir, jefe del Departamento de Asuntos Exteriores del KRG–. Se terminó. Los chiitas votarán a los chiitas; los sunnitas, a los sunnitas, y los kurdos, a los kurdos.

En el contexto de avance de las milicias del Estado Islámico (EI) en el norte de Irak, Obama autorizó nuevos bombardeos en la región cercana a Erbil, capital de la región autónoma de Kurdistán, con el objetivo de desarticular las posiciones de los yihadistas. Es la primera intervención activa de la administración de Barack Obama en el conflicto irakí desde 2011, cuando se concluyó con el retiro de las tropas estadounidenses del territorio. Sin embargo, los EEUU conservaron bases militares en la región. El pasado viernes 8, los ataques aéreos han alcanzado la artillería móvil de la organización.  En respuesta a estos ataques, los miembros del EI han llamado a atacar las embajadas norteamericanas alrededor del mundo si los Estados Unidos no desisten sus ataques.

Según la vocera del departamento de Estado Norteamericano, Marie Harf, la intervención tiene por objetivo preservar las minorías religiosas cristianas y yazidis que habitan el norte del país, principalmente en Mosul, Erbil y Sinjar, que han sido obligadas a abandonar sus casas cuando el EI conquistó el norte de Irak, expandiendo sus dominios en el Norte Irakí. Aunque no hubo mención acerca de los plazos,  ni de las estrategia a seguir.

Un contraste interesante propone Robert Fisk. Es difícil de asimilar la actitud norteamericana en torno al conflicto irakí sin tener en cuenta el conflicto palestino-israelí por un lado, y la guerra civil que se extiende en Libia, por el otro. El genocidio palestino se prolonga a los ojos de la diplomacia occidental sin mayores condenas por parte de la administración norteamericana mientras que Libia a sido abandonada a su propia suerte luego de la intervención de la OTAN, inscrito también en el reaseguro de la defensa de civiles inocentes. La maniobra norteamericana no sorprende, sino más bien por su demora. El Estado Islámico se extendió por las frontera norte irakí hacia Siria proclamando la restitución del Califato Puro, amenazando las fronteras de los Estado-Nación que hacía tiempo ya habían sufrido variaciones sustanciales: las difusas e inconsistentes fronteras del Kurdistán Irakí, región autónoma de hecho luego de la guerra del golfo (1990-1991) y con reconocimiento constitucional del gobierno central luego de la caída de Sadam Hussein,  son un ejemplo de las múltiples divisiones existentes en las fronteras. La crisis política que azota a Irak responde a la imposibilidad de crear  instituciones fuertes permanentes, lo que ha devenido en el malestar social y el advenimiento de el yihadismo más radical. Las consecuencias de la guerra preventiva están a la luz: la exacerbación de las disputas entre chiítas y sunnitas, el desdibujamiento de las fronteras,  el yihadismo extremo y la permanente imposibilidad de formar  gobierno.

Florencia Aubain

La guerra islamista se expande al Líbano

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Por Jenny y Franco Roselló – @franco_rosello

El conflicto entre las milicias oficiales y los combatientes islamistas en Irak y Siria, que está lejos de acabar, tuvo un nuevo giro que podría marcar el «contagio» hacia El Líbano. Guerrilleros del Frente Al Nusra, que combaten al Presidente sirio Bashar Al Assad, y del Estado Islámico, que buscan derrocar al presidente Nuri Al Maliki de Irak, cruzaron la frontera con El Líbano y terminaron chocando con las fuerzas del país en la localidad de Ersal, dejando un saldo total de 17 muertos, 11 de ellos soldados libaneses. El detonante de la invasión fue la captura por parte del Ejército libanés del líder rebelde Imad Ahmed Jomaa.

A pesar de que el combate se dio con las fuerzas oficiales del Líbano, el motivo de fondo sería atacar a los combatientes de Hezbollá. Según corresponsales, la organización habría intervenido en el combate respaldando a los militares de su país.

«No hay duda de que la entrada de Hezbollá en el conflicto sirio y su participación en los combates ha provocado reacciones negativas entre los libaneses y los rebeldes sirios», sentenció el ex Primer Ministro libanés Saad Hariri.  Hezbollá tomó parte activa en la resistencia del presidente Al Assad contra Al Nusra, en Siria. De esta manera el Presidente sirio obtuvo un fuerte respaldo para controlar a la fuerzas opositoras, que de todas maneras todavía siguen activas.

El traslado del conflicto podría despertar a los sectores sunnitas radicales del país, generando otro foco importante de conflicto interno como el que hay en Irak y Siria, y aumentando en número las tropas de los extremistas religiosos. En las últimas horas el presidente estadounidense Barack Obama autorizó el bombardeo de las zonas de Irak ocupadas por el Estado Islámico luego de que tomara nuevos territorios en desmedro del poder oficial. Esto confirma que los levantamientos religiosos estarían alertando cada vez más a la comunidad internacional, sobretodo después de difundirse que 200 mil personas fueron desplazadas  de sus casas en los últimos días por el avance del Estado Islámico.

Otro foco de tensión que tiene la organización político-militar Hezbollá es con Israel, ya que los comandantes militares que manejan el «Escudo de Hierro» aseguraron que están atentos a los movimientos detrás de la frontera libanesa. El conflicto entre el país Judío y los islamistas chiítas se remonta, antiguamente, a la intervención israelí en la guerra interna de El Líbano para perseguir a la OLP, representantes palestinos, durante su exilio; y más cercano en la historia, en la Segunda Guerra del Líbano del año 2006 donde los dos países se enfrentaron.

Estados Unidos endurece su política con Venezuela

Por Franco Roselló – @franco_rosello

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Luego de pedir la extradición del ex Jefe de Inteligencia venezolano por una acusación de narcotráfico, el Departamento de Estado estadounidense decidió restringir el visado a varios funcionarios de jerarquía debido a que «las fuerzas de seguridad del Gobierno (de Venezuela) han respondido con detenciones arbitrarias y el uso excesivo de fuerza», según la vocera del organismo gubernamental. De esta manera Estados Unidos aumentó su tensión con el país bolivariano, aunque la medida es insuficiente para los reclamos que elevó el Congreso, que se relacionan con sanciones económicas y congelamiento de cuentas.

La liberación de Hugo Carvajal, ex Jefe de Inteligencia destinado a ser Cónsul venezolano en Aruba, generó una «profunda decepción» en los gobernantes estadounidenses, que acusaron a Venezuela de «influenciar» a Holanda (que maneja las relaciones internacionales de Aruba) para que libere al funcionario. La recriminación apuntaría a que la petrolera venezolana PDVS y la anglo holandesa Shell tienen importantes negocios que los roces diplomáticos podrían perturbar.

Durante el miércoles la vocera del Departamento de Estado anunció la medida destinada a sancionar a los funcionarios del gobierno de Maduro por la respuesta a los enfrentamientos opositores. Este mismo día la Mesa de Unidad Democrática (MUD, alianza que encolumna a toda la oposición y disputa las elecciones con el chavismo) elevó un reclamo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y denunció que «las violaciones a los derechos humanos continúan». También durante el mismo miércoles se oficializó la renuncia de Ramón Guillermo Aveledo, Secretario Ejecutivo y líder de la MUD, que dejó entrever importantes grietas y fricciones en el eje anti oficialista: el sector opositor tendría diferencias en la manera de enfrentar al oficialismo, que hasta ahora sacó una abrumadora diferencia en la mayoría de las elecciones celebradas.

“Yo creo que las autoridades del Departamento de Estado y los Estados Unidos tienen que serenarse, tienen que tomar todo esto que está pasando en América Latina en estos últimos quince días con mucha seriedad, con mucha serenidad”, declaró el Ministro de Exteriores venezolano, Elías Jaua. Las palabras del Canciller apuntan a que el país norteamericano no vería con buenos ojos la reunión del Mercosur en Venezuela que se realiza en estos días, y que podría adelantar el funcionamiento del Banco del Sur.

Las visitas de los presidentes de Rusia y China marcarían la importancia geopolítica que tiene Sudamérica, y su acogida la fuerte intención de la región en la multipolarización del mundo. Por eso Estados Unidos podría tomar la vía de distanciamiento de sus vecinos y apostar al comercio con el mercado que más lo favorece: la Unión Europea y la Alianza del Pacífico. Las sanciones a funcionarios venezolanos y la escasa intervención en el tema judicial entre Argentina y los tenedores de bonos no reestructurados, que significa una «bomba financiera» según el Nobel de economía Joseph Stiglitz, marcarían este nuevo camino en cuanto al ex «patio trasero».

@franco_rosello

El Presidente egipcio busca distanciarse de Estados Unidos

Licencia United States Government Work United States Government Work

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Franco Roselló @franco_rosello 

 

El Presidente egipcio Abdel Fattah Al Sisi rechazó la invitación estadounidense a la cumbre de la Unión Africana, según informó el sitio Al Hayat. De esta manera Sisi demostró que su gobierno no se caracterizará por la colaboración estrecha con la administración de Obama, aunque ambos países tengan funcionarios trabajando para llegar a un acuerdo en el conflicto Israel – Palestina.

La negativa egipcia se da luego de que el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, tenga una importante presencia en El Cairo para negociar con el Presidente israelí Benjamín Netanyahu y los representantes de Hamas. De hecho el país africano buscó intervenir en el conflicto cuando anunció un plan para llegar a un cese al fuego, aunque fue rápidamente desestimado por Hamas ya que no cumplía varios de sus requisitos. La organización representante de Gaza justamente reclama que se puedan abrir las fronteras de Egipto para que los civiles puedan emigrar al único país con el que limita, aunque el actual gobierno egipcio esté librando una sangrienta lucha contra la Hermandad Musulmana, a quien destituyó del poder y tendría lazos con Hamas.

La relación entre Estados Unidos y Egipto se deterioró luego de que Sisi llegara al poder a costa de la destitución de Morsi, que contaba con el apoyo de los Hermanos Musulmanes. Poco tiempo después de que se desatara una cruenta guerra entre la milicia y los musulmantes, el Congreso estadounidense decidió reducir la ayuda anual que brindaba su país de 1500 millones de dólares a 400 millones.

Tiempo después, en una visita de Kerry al Cairo, el Secretario pidió por la liberación de los periodistas encarcelados en el país africano, motivando al Presidente egipcio a admitir que su gobierno no intervendría en asuntos judiciales. El caso fue duramente criticado por la prensa mundial, creando una imagen autoritaria de un Presidente que decidió resolver el conflicto interno con los disidentes por medio de las armas.

Para la política interna de Sisi, el distanciamiento con Estados Unidos tiene un rol importante, ya que la base de sus votantes, que le otorgó respaldo democrático en las últimas elecciones, tiene una visión negativa de Obama luego de su apoyo a Morsi. Los coletazos de la decisión puede influir negativamente en el conflicto palestino-israelí, aunque el mayor impacto será fronteras adentro de Egipto.

@franco_rosello

Crónica de las relaciones entre Poroshenko y Rusia

La caída del avión comercial del Malaysia Airlines se produce luego de una serie de hostilidades y acusaciones entre Rusia y Ucrania. Todavía sin información certera sobre lo que pasó, el hecho representa una oportunidad especial para acusarse entre rivales. Hasta ahora, desde el inicio de su mandato, la relación entre Petro Poroshenko y Vladimir Putín se manejó de esa forma.

 

Franco Roselló  @franco_rosello

 

By Олег Мосьондз (Own work) [CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons

By Олег Мосьондз (Own work) [CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)%5D, via Wikimedia Commons

La gestión del Presidente ucraniano Petro Poroshenko se caracterizó por confrontar constantemente de manera verbal contra su vecino, Rusia. Su definida política de violencia en el Este, y sus denuncias en contra del gobierno de Putin, justificaron su acuerdo con Europa y su alineación con las sanciones de Estados Unidos.

Poroshenko llegó al gobierno luego de su activa participación en las protestas de la plaza Maidán, a favor del ingreso a la Unión Europea. Antes de asumir como Presidente denunció que el Kremlin cerró una fábrica de chocolate suya en Rusia debido a su apoyo a las protestas anti Yanukóvich.

Su primera decisión frente al conflicto fue dialoguista, incluso se reunió con el Presidente Ruso Vladimir Putín para negociar una salida no violenta. Según el ruso, el conflicto cerca de su frontera afecta a tres millones de sus compatriotas en Ucrania, lo  cual justifica su intervención.

El 20 de junio, luego de la negociación con Rusia, Alemania y Francia, Kiev anunció un cese de fuego. La salida pacífica se extendió hasta el 27, cuando se reanudaron los ataques entre manifestantes y milicias del gobierno. Mientras tanto Obama emprendió movimientos para sancionar a Rusia y contar con el apoyo Europeo, a pesar de afectar a las relaciones comerciales entre la UE y Moscú. Poroshenko se expresó en contra de las sanciones, aunque afirmó que las negociaciones serían importantes para llegar a una paz duradera.

Finalmente el 30 de junio, luego de varias reuniones entre Kiev y los separatistas, la paz llegó a su fin y siguieron las agresiones. Rusia sostuvo que el alto el fuego se produjo para reorganizar y rearmar al ejército ucraniano, golpeado luego de los conflictos.

De esta manera las relaciones entre ambos países fueron disminuyendo (aunque la escalada verbal nunca menguó), mientras que Estados Unidos siguió intentando llevar a la Unión Europea en contra de Rusia y así intervenir en el comercio de Moscú. Ucrania, ahogada en su conflicto interno, seguía condicionando al Kremlin frente al mundo y,  por su parte, Putín negaba apoyar a los levantados del Este, aunque no negaba defender sus intereses.

Finalmente el gobierno de Obama logró imponer sanciones más pesadas que las anteriores: esta vez el banco Gazprombank y la petrolera Rosneft fueron excluidas del sistema financiero norteamericano. Europa, resintiendo sus relaciones con su proveedor de gas, también se subió al barco de las amonestaciones. Dos días después cayó un avión comercial en medio de la zona de conflicto, y tanto Ucrania y EE.UU, como Rusia, Donestk y Lugansk se culpan unos a otros.

@franco_rosello