Dilma gana en segunda vuelta

Ayer, Dilma logró imponerse con el 51, 6%, mientras que Neves cosechó un 48,3%. El PT se hizo fuerte en regiones claves, pero perdió por amplia diferencia en San Pablo. Los principales desafíos que se vienen.

Por Santiago La Froscia- @slafroscia

La victoria obtenida ayer por el PT fue la más apretada desde la elección de Lula en el 2002. Unos tres millones de votos separan a Dilma de Neves, el candidato del PSDB. El Partido de los Trabajadores logró hacerse muy fuerte en las regiones Norte y Nordeste, las más históricamente castigadas, además de vencer en Minas Gerais y en Rio de Janeiro. Sin embargo, no pudo quebrar la resistencia en la zona más rica e industrializada del país: San Pablo. Allí la derrota fue 65% a 35%.

En su discurso triunfal, Dilma agradeció a todas y todos los brasileros y brasileras, a Lula y a los partidos que son parte de la alianza victoriosa. Llamó a crear «puentes» entre los dos proyectos y modelos de país e integración que se enfrentaron en ésta elección para así transformar  «el calor de la disputa en energía constructiva». Además, mencionó claramente cuál será su principal objetivo en lo inmediato: una reforma política amplia, para que entre otras cosas se termine con el financiamiento electoral privado. Éste fenómeno es señalado como uno de los principales pilares que genera las condiciones para que grupos financieros, económicos y mediáticos fuertes tengan influencia en la elección y promoción de los candidatos.

El resultado final deja algunos puntos claves.

En primer lugar, los votantes. La polarización PT-PSDB del electorado brasilero volvió a favorecer al PT. En comparación con la primera vuelta, el Partido de los Trabajadores obtuvo 11 millones de votos más. Las dos principales fuentes del nuevo caudal fueron los ex votantes de Marina Silva (que sumaban 22 millones) y aquellos que en primera vuelta habían votado en blanco y nulo, ya que el porcentaje de éstos bajó un 3%.

Por otro lado, el PT se hizo muy fuerte en el Norte y Nordeste. Éstas son las zonas históricamente, y de manera estructural, más pobres del Brasil. Sin embargo, desde el primer mandato de Lula, los ingresos y el PBI per cápita han crecido, mientras que se redujo la tasa de desempleo. Además, los municipios de éstas regiones son los más beneficiados del segundo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC)  y los habitantes de estas zonas, a razón de sus bajos ingresos familiares, son los principales receptores de las políticas sociales, como el programa Bolsa Familia.

En segundo lugar el PT ha logrado mantener la unidad y sostenerse como fuerza hegemónica dentro una amplia alianza, que incluye al PMDB, PDT, PCdoB, PR, PP, PRB, PROS y PSD. Sin dudas, al observar los partidos que integran esta coalición, es notoria la cintura de negociación y pragmatismo del PT. Estos parecen ser, además, los requisitos necesarios para sostener la gobernabilidad, ya que hay muy poca coincidencia ideológica y programática entre el PT y sus aliados. Además, el mayor aliado del PT, el centro-derechista PMDB, ha «dividido» sus adhesiones, por lo que habrá que observar cómo se desarrolla la articulación al interior de la alianza. Pero tampoco hay una unidad al interior del PT. Hay diversas facciones y posturas, algunas muy opuestas a la figura de Dilma. Será clave también lograr mantener la unidad partidaria.

Este segundo punto se relaciona, sin dudas, con la difícil relación entre Ejecutivo y Legislativo que se vislumbra en el horizonte. Con sus aliados, el PT logra mantener la mayoría en el Congreso, tanto en Diputados como en Senadores. Pero, como dijimos, las negociaciones para la unidad no serán fáciles. Por otro lado, en ésta elección han sido elegidos legislativos profundamente conservadores, lo que hace que, cualquier trastoque en la alianza mayoritaria, los planes y proyectos reformistas del gobierno se vean afectados.

Otro punto clave para el futuro es la cuestión económica. Más allá de las previsiones terribles y casi apocalípticas  que se intentaron imponer desde los grandes grupos mediáticos, la realidad es que la economía brasilera ha dejado de crecer. Sin embargo, las perspectivas de la población son auspiciosas: según un relevamiento del Folha de San Pablo, la mayoría cree que el poder de compra de los asalariados se mantendrá, lo que también será el motor del mercado interno. La cuestión está en lograr dinamizar los sectores claves y revertir algunos déficit sin realizar el ajuste fiscal que supondría el recorte de la mayoría de los planes sociales, hecho que afectaría a los principales sectores que confiaron en Dilma.

A dos días del ballotage

A dos días del ballotage, hay optimismo en el PT por las encuestas favorables difundidas en los últimos días. Neves, a pesar del apoyo de la Bolsa y los grupos financieros, parece haber perdido el impulso. Desde aquí, planteamos algunos posibles motivos. Por Santiago La Froscia- @slafroscia

Las últimas encuestas difundidas ayer por Datafolha y por Ibope dan a Dilma Rousseff una ventaja que fluctúa entre el siete y el ocho por ciento frente a Aécio Neves, su rival del ballotage del domingo. El aumento de las intenciones de voto hacia Dilma estuvo acompañado por la suba de la imagen positiva del Gobierno y del rechazo hacia Aécio. Según la encuesta de Datafolha, hay un 41% de los electores que «no votarían de ninguna manera» a Neves, mientras que un 44% ve como «óptimo» el desempeño del PT en el gobierno.

Si se comparan estas tendencias con las observadas días atrás, es notorio el sprint de Dilma y el quedo de Neves. Hace menos de diez días, Aécio aventajaba por dos puntos a Rousseff, mientras que la imagen positiva del gobierno se situaba en niveles más bajos. Podemos aventurar algunas respuestas tentativas a este fenómeno.

Durante los últimos días, Dilma articuló sus apariciones y discursos entorno a tres cuestiones: los programas sociales, el nivel de empleo y la violencia hacia la mujer. En cuanto al primer punto, Rousseff espetó contra la campaña de los tucanos (como se los llama a los socialdemócratas) que buscaba instalar la noción que ellos habían sido los creadores de las principales políticas sociales, como Bolsa Familia o Prouni. Desde el PT se encargaron de mostrar la falsedad de éste argumento y la inconsistencia del planteo, ya que el PSDB durante éstos 12 años fue un férreo opositor a la expansión de la cobertura social.

Con respecto al nivel del empleo, los datos difundidos por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística dieron impulso a las declaraciones petistas en cuánto a las mejoras en el mercado laboral. Según estos datos, la desocupación bajó al 4,9 por ciento en septiembre, un 0,5 por ciento menor que en el mismo mes del año pasado. Actualmente en Brasil hay 1,2 millones de desocupados, mientras que al finalizar el último mandado del PSDB en 2002, había unos 11 millones.

En cuánto a la violencia hacia la mujer Dilma, Lula y todo el equipo del PT han logrado sacar provecho de los errores groseros de Neves. Durante el segundo debate televisivo, el candidato del PSDB llamó a Rousseff leviana, palabra con la que se suele hacer referencia a las prostitutas, y mentirosa. Ante esto, Lula dijo que no se puede tolerar semejante falta de respeto a una persona, a una mujer y, sobre todo, a una mujer que representa a una institución pública. Dilma, por su parte, declaró que ésta elección representa un punto de inflexión clave para continuar con el «empoderamiento de las mujeres». Sostuvo que tiene «un compromiso de luchar contra la violencia que es víctima la mujer» y «hay que reafirmar el derecho de las mujeres de hacer y de ser», porque en esta tarea esta comprometida la democracia en Brasil. La lucha contra la violencia de género recibe otra dimensión si se observa que el mayor porcentaje de beneficiarios de los programas sociales son mujeres. Las polémicas definiciones de Neves se agregan al historial de maltratos hacia la mujer con que se vincula al candidato neoliberal.

Además de todo esto, el PT ha logrado marcar con éxito fuertemente la «idea de opuestos». El planteo es simple: el Partido de los Trabajadores gobierna para todo el pueblo. En cambio, el PSDB, sólo para los ricos. Esta noción diseminada por Dilma y su equipo parece tener, además, un respaldo de quienes menos la quieren. Ante la difusión de las nuevas encuestas, la Bolsa de Valores de San Pablo bajó el 3,2 por ciento y el dólar superó los 2,5 reales, en su mayor cotización desde 2008. Neves se ha mostrado en los últimos días más cercano a las clases altas y medias, concentrando su discurso en aspectos como la ética, la moral y la libertad. Hasta ha dicho que su victoria sería la redemocratización de Brasil, ya que «liberará al país de un grupo que gobierna para pocos en detrimento de la mayoría». Estas palabras en boca del candidato de los conservadores y de las finanzas llaman poderosamente la atención.

Victoria de Evo confirmada

El Tribunal Superior Electoral (TSE) confirmó la victoria de Evo Morales en las elecciones del pasado fin de semana. El MAS logró imponerse en todos los departamentos menos en Beni. La oposición crítica el desempeño del TSE y desconoce los resultados. Por Santiago La Froscia- @slafroscia

"Chavo del Ocho" y Evo Morales

El MAS se impuso en las elecciones presidenciales de Bolivia con el 61,04% de los votos, mientras que su perseguidor inmediato, la Unión Democrática de Doria Medina, logró el 24,4%. Más atrás quedaron el Partido Demócrata Cristiano con 9,07%, el Movimiento Sin Miedo con el 2,72% y el Partido Verde con el 2,69%. Hay que aclarar que no se han computado el 100% de los votos, ya que todavía resta un 0,18% del total. Este porcentaje representa a 49 mesas, 44 en Santa Cruz y 5 en Oruro, que repetirán la elección el domingo que viene.

De los nueve departamentos en los que Bolivia se divide, el MAS de Evo Morales obtuvo la victoria en ocho, incluidos Pando, Santa Cruz y Tarija. Sólo perdió en Beni, donde se impuso la UD de Doria Molina. Observar este resultado es clave. Los cuatro departamentos mencionados forman lo que se conoce como Media Luna rica, en donde se concentran las clases medias, los hombres de negocios y la oligarquía blanca de los hidrocarburos. Fue en ésta región dónde en el año 2008 estalló una crisis política aguda, definida por Evo Morales como «intento de Golpe de Estado civil», que puso en jaque la unidad territorial boliviana y llevó al país a las puertas de una guerra interna. Seis años después, Morales logra la victoria en tres de estos departamentos, mientras que Beni queda como el único bastión de la oposición.

La elección deja otros hechos para observar. En primer lugar, el MAS no ha logrado obtener los 2/3 necesarios de representación propia en la Cámara Baja para ser mayoría, aunque sí lo ha hecho en el Senado. Donde también se ha quedado a las puertas del quorum propio es en el pleno de la Asamblea, es decir diputados y senadores juntos, ya que de los 111 miembros necesarios, ha logrado 109. Esto no es definitivo, ya que resta computarse el 0,18% restante, aunque parece difícil revertir la ecuación.

Otro hecho para destacar es que el Partido Verde y el Movimiento sin Miedo no han alcanzado el umbral mínimo (3%) para mantener la personería jurídica y poder presentarse a elecciones. Dirigentes de ambos partidos han salido a criticar los datos electorales oficiales. Almaraz, candidato a senador por el PV, ha dicho que «los resultados electorales muestran que existió un fraude electoral para eliminar a la oposición de izquierda, porque es más cómodo combatir con la derecha». Sostuvo que es un «grave atropello dar resultados finales cuando no se han resuelto el sinnúmero de impugnaciones interpuestas de manera formal», por lo que el PV seguirá luchando «no solo por nuestra personería jurídica, sino también para proteger el derecho de la gente a elegir a sus gobernantes”. Yaskic, candidato a senador por el MSM, pidió al TSE que publique las actas físicas y que se aclaren las contradicciones en los cómputos.

Desde el otro sector del arco opositor también se han levantado voces de críticas. La Unión Democrática de Doria Molina ha expresado su desconocimiento a los resultados electorales. Argumentan que no rechazan la victoria de Evo, sino su «persistencia de lograr a la fuerza la mayoría en la Asamblea Legislativa», y que es absolutamente necesario que el Tribunal aclare las observaciones realizadas. Ortega, candidato a diputado por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), sostuvo que “mientras no exista una auditoría electoral, no se va a aceptar los resultados porque no tienen ninguna fiabilidad».

En el MAS, por su parte, el buen desempeño electoral otorga un doble espaldarazo. Reafirma e impulsa la trayectoria de una gestión que, tras dos mandatos, continúa como principal fuerza de manera indiscutible, aunque se hayan producido mutaciones de peso al interior del Movimiento. Y por otro lado permite prever resultados favorables en las elecciones gubernamentales del año próximo, dónde se eligen a los nueve gobernadores y a 330 alcaldes.

Primer round Dilma-Aécio

Ayer se llevó a cabo el primer debate televisivo antes del balottage del 26. Los candidatos cruzaron fuertes críticas. Fue el primero de los cuatro debates programados.   

Por Santiago La Froscia- @slafroscia

Ayer por la noche a través de la cadena TV Bandeirantes, los candidatos a la presidencia Dilma Rousseff del PT y Aécio Neves del PSDB, desarrollaron el primero de los cuatro debates televisivos programados antes del balottage del 26 de octubre. Cada candidato tenía derecho a seis preguntas de tema libre. Neves articuló las preguntas y desarrolló las respuestas en claro tono de crítica y con la intención de denostar la gestión petista. Dilma, por su parte, marcó una postura comparativa entre los gobiernos del PT (2002-2014) y los del PSDB (1995-2002), con principal hincapié en los aspectos económicos, sociales y de corrupción.

Durante el debate, los temas discurrieron entorno a educación, economía, salud pública, corrupción, programas sociales, reforma política y seguridad.

En cuanto a la economía, Neves llegó a pedirle a Rousseff que pidiera «disculpas» por la administración en su gobierno, ya que «la inflación, sumada al desempleo y a la desindustrialización, conforman un horizonte negro». Dilma contestó que la inflación estaba controlada y que el aumento de precios se debía a cuestiones contextuales, relacionadas con la terrible sequía que sufren diversas zonas del país. Además, expuso el papel activo de la banca pública en inversiones de infraestructura, créditos para el agro y la industria, y en el financiamiento de programas sociales de vivienda y asistencia, como el Bolsa Familia y el Minha Casa, Minha Vida.Y justamente allí contraatacó a su adversario para dejar en claro que el PSDB tiene claras intenciones de privatizar todo el sector y desmantelar este sistema de créditos y de protección social, «para dejar al trabajador indefenso frente a la crisis global sistémica».

La corrupción fue también otro tema álgido. Dilma recordó los escándalos de Neves mientras fue gobernador de Minas Gerais (2003-2010), sobre todo el referido a la licitación y construcción de un aeropuerto con dinero público en terrenos familiares de Neves, sumado a la «poca investigación» de la policía estadual. Aécio, por su parte, enumeró los casos de corrupción al interior de Petrobras, a lo que Dilma respondió que bajo su mandato, los funcionarios con sospechas de corrupción fueron separados de su cargo y que «hay un combate contra la impunidad».

Sin embargo, el momento más tenso se generó cuando Dilma le preguntó a su adversario si la Secretaria Especial de Protección para Mujeres podría ser parte del «recorte de ministerios y dependencias públicas» que propone el PSDB. Neves se mostró dubitativo y respondió con ambigüedades, sin formular una respuesta clara. Este tema tiene más relevancia si se tiene en cuenta la denuncia de violencia de género que pesa sobre Neves desde el 2009, mientras él era gobernador de Minas Gerais, denuncia desestimada por Aécio pero sostenida desde entonces por quién la formuló, el periodista y bloguero Juca Kfouri.

Para finalizar el debate, cada candidato tuvo la palabra. Neves sostuvo que su mandato no será «el gobierno de un partido», sino que responde al «sentimiento de las personas». Además prometió cumplir con los acuerdos elaborados con el PSB y Marina Silva a cambio del apoyo a su candidatura. A este respecto, hay que recordar que si bien el PSB y Silva llamaron a sus votantes, unos 20 millones, a elegir a Neves, el presidente del PSB, Roberto Amaral, llamó a votar a Dilma, ya que las «facciones que manejan el PSB están renunciando a sus banderas históricas con el apoyo al PSDB». Dilma, por su parte, llamó a los trabajadores a que comparen proyectos y que observen quién defiende sus derechos. Durante el fin de semana, Dilma realizó un acto con más de 500 movimientos sociales y sindicatos de todo el país, dónde recibió el apoyo de estas entidades y prometió avanzar con las reformas políticas necesarias para la democratización y transparencia del Estado federal.

Victoria en primera

Dilma Rousseff logró imponerse en las elecciones con el 41,5% de los votos, mientas que Neves quedó en segundo lugar con el 33,6%. Ambos candidatos competirán en segunda ronda el 26 de octubre. Además se eligieron autoridades legislativas nacionales y ejecutivas estaduales. Por Santiago La Froscia-@slafroscia

En las elecciones celebradas este fin de semana, Dilma se impuso con el 41, 5% de los votos, con casi 8 puntos porcentuales de ventaja sobre su perseguidor más cercano, Aécio Neves. En tercer lugar se ubico Marina Silva, con el 21% de los escrutinios.

Hay tres aspectos que saltan claramente a la luz. En primer lugar se vuelve a repetir por sexta vez consecutiva la contienda PT-PSDB, quienes en esta elección, han sumado casi el 75% de los votos. Ambos presentan proyectos nacionales y regionales claramente disimiles: el PT es un partido ligado a los sectores populares e históricamente postergados, además de contar con un gran número de estudiantes y jóvenes profesionales de clase media en sus filas. El PSDB, en cambio, es el partido de la élite, de las finanzas y de la clase media paulista, la más profundamente antipetista

En segundo lugar, Silva ha logrado mantener un «piso» de votos. En las elecciones del 2010, obtuvo el 19% de adhesiones y en ésta ocasión el 21%. Hace un mes los grandes medios de comunicación la mostraban como la única candidata capaz de vencer a Dilma, hecho que estuvo acompañado de una enorme campaña de difusión y replique de su imagen, a punto tal que se barajaba la posibilidad de renuncia de Neves a la candidatura. Sin embargo, sus inconsistencias ideológicas, la endeblez de su programa de gobierno (revisado y modificado más de 200 veces…), la terrible incapacidad de mostrarse como una «tercera vía» creíble y distinta, más la falta de una estructura sólida que la acompañara, han hecho que «el huracán Marina» se desinflara. Sin embargo, lo repetimos: logró un caudal similar a 21 millones de votos.

En tercer lugar, se observa también una merma en la cantidad de votos hacia el PT. En 2002, Lula obtenía el 46,4% por ciento frente al 23,2 de José Serra. En la primera vuelta de 2006, Lula sacó un 48,6 frente a los 41,6 para el PSDB. Durante la primera vuelta de 2010, Dilma cosechó el 46,91 contra el 32, 5 de Serra. Y en ésta ocasión, 41%. Sin duda, la baja es una fuente de preocupación para el PT, sobre todo porque pone una vez más en el tapete un debate que hace minimamente cuatro años se desarrolla en el seno del partido: cómo hacer para transformar lulismo en sinónimo de petismo, es decir, cómo hacer para que los apoyos hacia Lula se vuelquen al partido y sus estructuras.

Además, ayer se eligieron los miembros del Congreso Nacional y los gobernadores de 27 estados. Aunque el PT haya logrado mantenerse como primer minoría en diputados, la falta de mayoría propia obliga al partido a, cuánto menos, mantener y reforzar la alianza con el PMDB, el partido con más adherentes del Brasil, centrista y aliado al PT en el plan nacional, aunque enfrentado en algunas regiones.

En cuánto a las gobernaciones, el PT obtuvo victorias importanes en Minas Gerais (primera vez en su historia) y Bahía, pero quedó claramente relegado en San Pablo, perdió en Río Grande do Sul y en otros estados ni siquiera se acercó al 10%.

Para la segunda vuelta a desarrollarse el 26 de octubre, hay varios planteos e interrogantes que se abren. Uno de ellos es que hará Marina Silva. Desde el PT descuentan que, tras unos días de enigma y silencio, dará su apoyo a Neves. El partido de Dilma, por lo tanto, enfocará sus esfuerzos en volver a encantar a aquellos petistas desilusionados que han volcado sus adhesiones a Silva. Para esto es clave «el poder de negociación con la realidad» según las palabras de Granovsky, es decir, la estrategia y la puesta en práctica de un plan de seducción para aquellos votantes que no han entrado al ballotage. Otra cuestión es la capacidad de negociación del PT con los terceros partidos. Lograr la alianza institucional con el PSB parece ser el objetivo inmediato, además de reforzar los vínculos con el PMDB. Otro punto a destacar es el papel que tomará Lula en éstas semanas y si se apelará, cosa que no se hizo en primera vuelta, a movilizar en actos callejeros y masivos a la numerosa militancia del PT,

Elecciones Brasil 2014: En la cuenta regresiva

Las últimas encuestas difundidas el martes por la noche dan a Dilma una ventaja que oscila entre 15 y 17 puntos porcentuales. Marina Silva tambalea en un mar de contradicciones. Hoy, el último debate entre los candidatos presidenciales antes de las elecciones del domingo. Por Santiago La Froscia- @slafroscia

Según la encuesta difundida por Datafolha el martes por la noche, la actual presidenta y candidata del PT Dilma Rousseff, lidera las intenciones de voto en todas las regiones de Brasil, hecho que no sucedía desde finales de agosto y que muestra un franco ascenso de la candidata oficial. La distancia que mantiene con su perseguidora más cercana, Marina Silva del PSB, oscila entre los 15 y 17 puntos porcentuales. Hay que notar, además, que en los últimas semanas la brecha entre Silva y Néves, candidato del PSDB y tercero en las encuestas, se ha achicado a tal punto que Neves aventaja a Silva en algunas regiones y en otras hay un «empate técnico».

Esto deja sobre la mesa tres posibles escenarios. En primer lugar, si Dilma mantiene el ritmo de crecimiento hasta la fecha, y si Silva sigue cayendo y Néves no da el salto, no sería imposible que obtuviera más del 50% de los votos y ganara en primera ronda, aunque a priori es lo menos probable. Otra posibilidad que se abre si Néves continúa en ascenso y Silva en retroceso, es el ballotage entre Dilma y Néves, lo cuál sería un escenario favorable para la candidata del PT, ya que se descuenta que los votantes de Silva, muchos de ellos petistas desencantados, no emigrarían en bloque hacia Néves en segunda ronda. El tercer escenario, en cambio, ofrece más dudas para la reelección de Dilma. Néves es un acérrimo enemigo del PT, y es muy probable que en un eventual ballotage entre Silva y Dilma, llame a sus seguidores a votar por la candidata del PSB. A pesar de ésto, tanto la encuesta de Datafolha como la de Ibope, difundida el mismo día, dan a Dilma como ganadora en cualquier escenario.

Por otro lado, es llamativa la pronunciada baja de Silva en los diversos sondeos. Hace menos de cuatro semanas, los grandes medios de comunicación habían instalado la frase «el huracán Marina» en referencia al aumento veloz en intención de voto que había cosechado en pocos días. Y hoy, justamente, se está hablando de todo lo contrario. Entre los motivos que pueden rastrearse como causales de ésta baja, algunos tienen que ver con la propia candidata y otras se refieren al PSB. La dirección actual del partido está públicamente enfrentada, lo que le otorga una imagen de fragilidad y división infranqueable. Además, es un partido con una estructura nacional mucho más reducida que el PSDB, el cuál cuenta con una presencia considerable en las grandes ciudades.

La candidata, por su parte, posee demasiadas inconsistencias que son altamente visibles. El domingo pasado, durante un debate televisivo llevado a cabo en la cadena TV Record, Dilma le recordó que había cambiado cuatro veces de partido en tres años y le preguntó cómo era posible que se haya olvidado de sus cuatro votos negativos a una ley destinada a combatir la pobreza, ya que previamente había declarado que votó a favor. Luego, un periodista le preguntó cómo haría para mantener políticas sociales redistributivas con un gabinete de corte eminentemente liberal y a la banca financiera privada como principal sostén. Silva respondió que «hará lo que la sociedad brasilera le pida».

Hoy se llevará a cabo el último debate televisivo antes del cierre de campaña. Se realizará en la cadena Globo, un gigante mediático y principal opositor al gobierno. Ayer, antes de viajar a Rio de Janeiro para el debate, Dilma debió salir a desmentir acusaciones sobre corrupción. Tal y como dice Pignotti, «nadie se sorprenderá si propagan alguna otra “bomba” contra la presidenta/candidata horas antes de la votación».